Hoy hablamos de Fibromialgia, una enfermedad inicialmente percibida con escepticismo y que hoy se reconoce como una gran problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. En nuestro país se cree que la padecen 90.000 personas.
Se ha estudiado mucho sobre la causa de la enfermedad sin arribar a una teoría concluyente pero se considera que involucra disfunciones bioquímicas, metabólicas e inmunoreguladoras que dan origen a un desorden en el procesamiento del dolor a nivel del Sistema Nervioso Central.
Este trastorno se denomina Síndrome de Sensibilización Central, y se corresponde con una mayor sensibilización de las neuronas de la médula espinal que aumenta la intensidad y extiende en el tiempo las señales del dolor provenientes de los diferentes órganos y tejidos.
También esto se acompaña de otros cuadros como fatiga crónica, -un elemento muy marcado y de gran afectación de la vida personal-, síndrome de colon irritable, dispepsia u otras alteraciones digestivas, cefalea tensional, síndrome miofascial, síndrome de las piernas inquietas, cistitis intersticial o vejiga hiperactiva e incluso trastorno por estrés postraumático.
Las alteraciones del sueño y del estado de animo como Ansiedad o Depresión asimismo, son comorbilidades que aparecen comúnmente en personas con Fibromialgia.
El diagnóstico de la Fibromialgia es clínico porque aun no existen marcadores de laboratorio o imágenes que se asocien con la misma. Por lo tanto, que una persona no tenga alteraciones en sus análisis no quiere decir que no tenga la enfermedad.
El punto anterior hace que haya que excluir otras causas antes de arribar al diagnóstico y esto representa múltiples consultas con especialistas y exámenes, además de una extensión en el tiempo que a veces puede significar años hasta que se diagnostica la enfermedad.
Algo muy importante es que las personas con Fibromialgia suelen enfrentar costos del tratamiento aumentados por terapias, rehabilitación y fármacos, algunos de ellos cubiertos por el sistema de salud y otros no.
De acuerdo a un estudio los costos por la atención médica en Estados Unidos para los pacientes con Fibromialgia, fueron tres veces mayores que para el grupo que se tomó como control. Además, los costos por incapacidad médica y pérdida de productividad laboral también fueron de peso, pues una cuarta parte de las personas con Fibromialgia dejó de trabajar dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico. (1)
La enfermedad afecta la vida laboral de una persona y también la vida personal en cuanto a posibilidades des expansión, esparcimiento, estudio y relaciones sociales.
La adaptación del trabajo que desempeña una persona de acuerdo a sus posibilidades y a la evolución de la enfermedad es un pilar muy importante para garantizar un mejor manejo de la misma y un mejor acceso a los tratamientos médicos.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
(1) Pemberthy, L. M. L., & Tovar, M. A. Síndrome de fibromialgia.